“Son múltiples las ocasiones en que las empresas aplican programas de comunicaciones internas donde declaran su visión, pero lo que no captan es que la verdadera herramienta comunicacional es el comportamiento de los gerentes y las decisiones que ellos toman”
Michael Ritter
UN ICEBERG NO VISUALIZADO
La vida de los seres humanos está conformada por una infinidad de interacciones con otras personas y con diversas organizaciones, ya que por ser eminentemente social, la persona no vive aislada, sino que en un continuo acto de interacción con otros seres vivos. Idalberto Chiavenato , sostiene que los seres humanos, debido a sus limitaciones individuales, deben cooperar unos con otros y conformar organizaciones que les permitan lograr algunos objetivos que no podrían alcanzar mediante el esfuerzo individual. “Una organización es un sistema de actividades conscientemente coordinadas, formada por dos o más personas, cuya cooperación recíproca es esencial para la existencia de aquella”. Agrega que una organización existe sólo cuando: hay personas capaces de comunicarse; están dispuestas a actuar conjuntamente y desean obtener un objetivo común.
En estos tiempos, las Comunicaciones Internas de una empresa son la columna vertebral de toda organización. Éstas deben informar, motivar, educar, generar retorno, articular sentido, abordar las crisis, fidelizar los contenidos, compartir, construir comunidad, fortalecer la cultura, generar sinergias (entre áreas, personas, equipos, sedes, etc.) y fundar una identidad (¿quién soy yo como organización?) reconocible para todos, dar visualidad a las buenas prácticas y transmitir una emocionalidad apreciativa.
Asumir una mirada global y eficaz de las comunicaciones al interior de una organización, es comprender que la comunicación es transversal a diversos campos organizacionales; entre éstos, la planificación estratégica, la cultura organizacional, el cambio organizacional, las comunicaciones internas, el liderazgo, la gestión administrativa, el capital humano, el uso de las tecnologías de la información y el servicio al cliente (interno y externo). Es decir, comunicar internamente es un reto mayor que no sólo requiere de herramientas (soportes comunicacionales) y conocimientos técnicos (periodismo, RR.PP.), sino también de la voluntad férrea de la alta gerencia por aprovechar las oportunidades que su entorno, humano y organizacional le ofrecen. Son seis los grandes desafíos de las Comunicaciones Internas:
1) Escuchar atentamente las necesidades de la organización.
2) Instalar el Plan Estratégico en el día a día de los equipos de trabajo.
3) Fortalecer la motivación y participación al interior del grupo humano.
4) Sistematizar la gestión y sus procesos dentro de la organización.
5) Construir identidad y cultura organizacional (sostenerlas en el tiempo).
6) Transitar permanentemente entre el dar (informar) y el entenderse (comunicar).
IDENTIDAD COMUNICATIVA
Cuando hablamos de identidad, estamos hablando de quién soy yo como organización (interno). Cuando hablamos de imagen la pregunta es cómo me ven los otros (externo). Y cuando surge la reputación, la pregunta es cómo esa imagen se sostiene en el tiempo, es decir, se aborda el tema de la coherencia y consistencia. Es así como la identidad es sinónimo de trascendencia para todo grupo humano. Esta se funda en cuatro dimensiones: el liderazgo, la emoción, la participación y la comunicación. Estas cuatro columnas son las que sostienen los ritos, mitos e hitos de los grupos humanos.
Se hace básico el comprender la urgencia de trabajar los liderazgos comunicativos, para así sostener las buenas prácticas y con esto, dar señales claras a los equipos de trabajo. Bajo estos liderazgos comunicativos la participación se transformará en una experiencia cotidiana, en una conducta esperada y validada por todos.
Co-construir la organización (entre todos), ese es el desafío a cumplir, y obviamente la emoción cumple un rol imprescindible: el rol de invitar a la acción. Paul Anwandter argumenta: “podemos afirmar, desde una perspectiva etimológica, que las emociones están ligadas al campo de la acción y el movimiento. El término emoción viene del latín movere (mover) que, junto a la preposición e (hacia), conformaba la palabra emoverte que significa, movimiento hacia". Ahora, si esta emoción es positiva, apreciativa y biófila, claramente su poder de impacto será mayor en la mirada y conducta de las personas.
Por último, las comunicaciones internas de una organización deben fundar su anclaje en una escucha activa permanente. Es esta actitud la que, con el tiempo, articula un cuerpo organizacional vivo, atento, sinérgico, colaborativo, confiado y flexible. Esta flexibilidad facilitará nuevos aprendizajes, nuevas coherencias, nuevas formas del cómo habitar este mundo en último caso. Lo único claro a la hora de hablar de comunicaciones internas dentro de las empresas es que informar es dar, y comunicar es entenderse.
DIVERSOS FORMATOS, UN SOLO RESULTADO
Comunicación interpersonal: entrevistas, conversaciones, reuniones, presentaciones, conferencias, asambleas, sesiones grupales, ritos, mitos e hitos, coherencias y consistencias de los líderes, acciones comunicativas, celebraciones, entre otros.
Comunicación audiovisual: documentales internos (corporativos), videos (motivacionales, educativos, informativos), entre otros.
Comunicación gráfica: folletos, memorias, avisos, revistas internas, afiches, pendones, tabloides, diarios murales, boletines, entre otros.
Comunicación ambiental (espacial): exposiciones, eventos, espacios, diseño, escenarios, entre otros.
Comunicación digital: intranet, software, mail, boletines electrónicos, pantallas, interactivas, Facebook organizacionales, entre otros.
Estudios de audiencias: encuestas (cualitativas y cuantitativas), focus group, talleres participativos, entre otros.
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Fernando Véliz Montero
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